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Mostrando entradas de abril, 2014

Los dos caminos.

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Estoy parada frente a dos caminos, sin saber a donde lleva cada uno ¿No es siempre la vida así? Intento descifrar qué siento, porque necesito saberlo antes de tomar una decisión. ¿Que pasa si me equivoco o me arrepiento? No podré simplemente regresar y elegir el otro camino. Así no funciona esto. Creo que sé cual de los caminos es el mejor, en el fondo sé cual quiero, pero tengo demasiado miedo como para tomar la iniciativa de ir por allí, ¿Por qué es tan difícil? O quizás la difícil soy yo, que piensa demasiado. Es solo que entre el miedo y las dudas, es difícil ser valiente y decidida. Cualquiera de los caminos que elija, cambiará algo ¿No es eso lo que siempre hacen las decisiones? Cambian las cosas La cuestión es descubrir qué cosa estoy dispuesta a que cambie ¿Estoy dispuesta a arriesgarme? ¿O prefiero hacer lo que siempre hago, huir e ignorar? No estaría mal que alguien me ayudara.

"Me gustan los estudiantes"

Cuando este tiempo pase —porque pasará— y la historia de este momento sea escrita —porque lo será— no desde el ventajismo de la verdad oficial impuesta por el control de los medios, el miedo y la mentira, sino desde la distancia histórica, más serena y sopesada… Cuando Venezuela se construya sobre ideas de tolerancia y respeto, progreso y paz —porque será construida—; entonces, cuando ese momento llegue, se mostrará a plenitud la importancia de la lucha que el movimiento estudiantil libra en este doloroso tiempo y sus hijos se sentirán orgullosos de los que sus padres hicieron por la democracia y la libertad. “Me gustan los estudiantes porque son la levadura del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura”. Y me gustan por la honestidad de sus principios, por la tolerancia y el respeto de la lucha que libran. Me gustan por su ingenio, por su inteligencia para vislumbrar lo que ha de ser el país con una lucidez que —en sus escasos años— uno no espera. Me gustan los estudiantes porqu...

"Una cárcel en mi mente"

Vuelvo a encerrarme en mi misma, a refugiarme allí o quizás a esconderme. Me encerré allí, y ni siquiera sé si me importa donde está la llave De todas formas, no creo que pueda salir o que quiera. Tantos pensamientos van y vienen, las preguntas sobran, las dudas me consumen por completo. Y así estoy, encerrada por voluntad propia viendo como el tiempo pasa y pasa y solo me limito a eso, a ver. Observar y callar. Es todo lo que puedo hacer. Pero sé que mientras estoy aquí, el tiempo pasa y las cosas cambian. Sé que alejo a quien no debería alejar. Pero esto es todo lo que sé hacer, alejarme. Huir, evitar, ignorar. No es que lo quiera, en realidad, es solo mi reacción natural a lo que no puedo controlar. Ridículo, lo sé, Así que eso hice, construí una cárcel en mi mente, no puedo salir, pero más nadie puede entrar, y me encerré entre preguntas, soledad y silencio.