Entradas

Mostrando entradas de enero, 2015

"Ella me gustaba..."

"Ella me gustaba. Me gustaba la menudez de su cuerpo, cómo mis manos encajaban perfectamente en sus pequeña caderas. Me gustaban sus ojos, siempre tan llenos de vida y con esa chispa tan fascinante. Me gustaba su boca y cómo se veían sus labios cuando decía mi nombre o cuando me sonreía. Me gustaba besarla. Me gustaba cuando yo la hacía reír. Me gustaba ser yo el que hiciera que sus mejillas se sonrojaran. Me gustaba verla distraída, con su mirada perdida, como si estuviera muy ocupada en algún lugar de su mente. Y más allá de eso, me gustaba quién era. Me gustaba su sentido del humor y su torpeza. Me gustaba que fuera decidida y orgullosa. Me gustaba su lado explosivo, y cómo era un desastre. Me gustaba, en especial, poder ser yo mismo estando junto a ella. Toda ella me gustaba, me fascinaba. Pero tarde comprendí, que todo lo que sentía por ella iba más allá de un simple gustar. Mucho más. La quería. La quería con todo mi corazón, y solo quería tenerla a mi lado de nuevo....

Somos tóxicos.

Imagen
Aprietas el gatillo y disparas, una y otra vez. Cargas el arma y vuelves a disparar. Ya he perdido la cuenta de cuantas balas van. Así es como siento tus palabras. Así es como duelen. ¿Como terminamos así? Sé que estoy llegando a mi punto, el punto en el que ya no podré soportar más. Estoy cansada de que nuestros amor sea así, una guerra sin treguas. De que nos disparemos mutuamente, hasta que quedamos sin municiones. ¿Por qué seguimos con esto? Nos estamos matando aquí. Está claro que no soy la misma chica de antes, ni tú el mismo chico. ¿Así que por qué no lo dejamos? Somos masoquistas, nos gusta lastimarnos, pero esto no es amor. No el que yo quiero, al menos. Esto no es sano, somo tóxicos el uno para el otro, corrosivos. Debemos parar antes de destruirnos. Aquí estoy, agitando mi bandera blanca, herida y esperando a que aceptes la culminación de la guerra. Me rindo. No puedo con esto. Estoy cansada de luchar contra ti o contra la realidad, así...

NO TE DETENGAS.

"No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tu puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre. No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. Huye. "Emito mis alaridos por los techos de este mundo", dice el poeta. Valora la belleza de las...

Pedazos rotos.

Imagen
A medida que pasa el tiempo, las personas nos van rompiendo cada vez más. Rompen nuestros corazones con palabras, con acciones, con silencios. Nos rompen y a veces se llevan pedazos de nosotros, dejándonos rotos e incompletos. Pero aprendemos a vivir con eso, aprendemos a seguir viviendo y amando con cada pedazo roto de nuestros corazones. Sé que tu no eres la excepción, en algún momento de tu vida te han roto el corazón, se han llevado un pedazo de ti, te han hecho sentir miserable y te has recuperado. Pero quiero que sepas, que yo también estoy rota, que todos en el mundo lo estamos. Quiero que sepas que desde que te conocí, dejé de ser solo eso, pedazos rotos,  porque me uniste de nuevo. Me hiciste querer sentir todo, tanto lo bueno como lo malo, porque tus sonrisas podían arreglarme de nuevo. Ahora no quiero hacer otra cosa que hacer lo mismo por ti, juntar todas tus piezas, tratar de reconstruir lo que otros rompieron, y sé que no puedo borrar el dolor, pero si puedo...

Tiempo.

Siento que el tiempo está pasando demasiado rápido, y yo solo me estoy quedando atrás, tratando desesperadamente de llevarle el paso, de que no se me escape, de no quedarme atrás. Pero no es tan fácil. Los días pasan y pasan, terminan demasiado pronto, y así pasan meses y meses. Y aquello que pienso que es tan lejano cada vez se acerca más y más, tan cerca de colisionar conmigo que no sé si estoy preparada para el impacto. Trato de acostumbrarme al ritmo, de no detenerme, pero a veces siento que estoy desperdiciando oportunidades, que podría estar invirtiendo mi tiempo en otras cosas. Siento pánico al pensar que quizás no estoy aprovechando la vida como debería, que el tiempo pasa y no he hecho nada relevante .  Quisiera, a veces, dejar de tener que correr, dejar de preocuparme tanto por las cosas que suceden o están a punto de suceder. Quisiera dejar de pensar en lo rápido que se me escapa de las manos. A veces solo quisiera detenerme, aunque sea un segundo, y tomar u...