Amores Silenciosos.
Creo que todos hemos tenido un amor, de esos que solo tu sabes lo que sientes, de los que se limitan a ver y añorar desde lejos. De aquellos que se desarrollan de mil maneras diferentes, en tu mente. De esos que no hacen mal tener de vez en cuando. Y últimamente yo tengo uno así, y entre vuelta y vuelta en mi cama, quise escribir acerca de él.
Él es de esa clase de personas que es inevitable no fijarse, porque tiene un aura que grita por atención. Él no la pide, incluso pareciera que huyera de ella, pero es imposible. Su sonrisa es la cosa más cautivante del mundo, sin mentir. Verlo es escuchar mi canción favorita, o leer mi poema preferido. Lo veo, y no puedo evitar desear ser solo yo la que me de cuenta de su armoniosa presencia. Como cuando ves algo extremadamente maravilloso y deseas egoístamente apreciarlo solo y únicamente tu, porque sientes que nadie más le daría el mismo valor.
No le digo lo que siento, no sé por qué, supongo que todo es más bonito así tal cual está, siendo un amor silencioso. No encontraría las palabras correctas para describir mis sentimientos. Por lo que prefiero callar. Estoy cómoda queriéndolo a escondidas.
Hay momentos en los que dejo a mi mente divagar y me permito imaginarme diferentes escenarios con él. A veces me cuenta historias acerca de sus viajes y yo lo escucho atentamente, otro día él juega con mi cabello mientras yo le cuento algo acerca de mí. Un par de veces, incluso, nos hemos agarrado de manos o dado un simple beso en la mejilla. Y quizás, uno de mis momentos favoritos es cuando canta, o cuando tan solo tararea la melodía de una canción, y puedo deleitarme con su voz.
Cuando lo veo, mi corazón brinca y se acelera, y mis ojos lo buscan y se fascinan. A veces se ríe con sus amigos, o sonríe con ese par de hoyuelos que tiene, y verlo me llena de una profunda y cálida emoción. Como cuando ves un hermoso amanecer, o cuando tienes el placer de apreciar una obra de arte que te transmite esos sentimientos.
Él es de esa clase de personas que es inevitable no fijarse, porque tiene un aura que grita por atención. Él no la pide, incluso pareciera que huyera de ella, pero es imposible. Su sonrisa es la cosa más cautivante del mundo, sin mentir. Verlo es escuchar mi canción favorita, o leer mi poema preferido. Lo veo, y no puedo evitar desear ser solo yo la que me de cuenta de su armoniosa presencia. Como cuando ves algo extremadamente maravilloso y deseas egoístamente apreciarlo solo y únicamente tu, porque sientes que nadie más le daría el mismo valor.
No le digo lo que siento, no sé por qué, supongo que todo es más bonito así tal cual está, siendo un amor silencioso. No encontraría las palabras correctas para describir mis sentimientos. Por lo que prefiero callar. Estoy cómoda queriéndolo a escondidas.
Hay momentos en los que dejo a mi mente divagar y me permito imaginarme diferentes escenarios con él. A veces me cuenta historias acerca de sus viajes y yo lo escucho atentamente, otro día él juega con mi cabello mientras yo le cuento algo acerca de mí. Un par de veces, incluso, nos hemos agarrado de manos o dado un simple beso en la mejilla. Y quizás, uno de mis momentos favoritos es cuando canta, o cuando tan solo tararea la melodía de una canción, y puedo deleitarme con su voz.
Cuando lo veo, mi corazón brinca y se acelera, y mis ojos lo buscan y se fascinan. A veces se ríe con sus amigos, o sonríe con ese par de hoyuelos que tiene, y verlo me llena de una profunda y cálida emoción. Como cuando ves un hermoso amanecer, o cuando tienes el placer de apreciar una obra de arte que te transmite esos sentimientos.
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