Miradas furtivas y sonrisas nerviosas.


Mis mejillas arden y pican cada vez que estas cerca,
me pongo torpe y nerviosa, y no sé como actuar.
Tu solo sonríes y me hablas con total normalidad,
sin saber las explosiones y los fuegos artificiales que causas en mí.
Nuestras conversaciones nunca van más allá de un saludo y una corta plática,
tu de una manera tan agradable
y yo haciendo todo mi esfuerzo por actuar normal.

Agradezco los casuales encuentros,
cuando puedo darme el lujo de mirarte cuando no estas viendo
y compartir el mismo espacio que el tu,
aunque eso acelere mi pulso y tenga que controlar mi sonrisa nerviosa.

Es una lástima que tu no te des cuenta,
y que yo no tenga el valor de ir hacia ti.

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