Le contaré un par de cosas,
que quizás no sean un secreto del todo,
pero igual quiero compartirlo.

Empezaré por su sonrisa.
¡Que sonrisa tan bonita posee usted!
Podría vivir en ella,
acompañado de ese par de hoyuelos que se forman en la comisura de tus labios.
Todo en mí se derrite al verle sonreír.

¿Y qué le digo de su risa?
Su risa es la melodía más hermosa que he escuchado,
creo que nunca podría cansarme de ella.
Escucharlo reír es un placer que doy gracias por poder disfrutar.

Y sus pecas...
Sus pecas son algo indescriptible para mí,
déjeme decirle que son lo más lindo que he visto.
Cada vez las veo, tengo que resistir el deseo de contarlas,
quiero besar cada una de ellas,
contarlas y perder la cuenta,
y volver a besarlas otra vez.

Y podría seguir hablando,
de todo lo bonito que tiene usted,
pero prefiero guardarlas para mí misma.
Y disculpe mi atrevimiento,
pero le diré una cosa más:
Creo que estoy enamorándome de usted y eso no me molesta para nada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Para qué escribo?