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Mostrando entradas de febrero, 2014

Como me dueles, Venezuela.

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Como me dueles, Venezuela. Como me duele en lo que te has convertido. En lo que nosotros mismos nos hemos convertido. Pasamos de ser un buen país, soberano, lleno de recursos y de belleza, a un país lleno de represión, de violencia, de crueldad, un país conocido por el número de muertos diarios a manos de delincuentes. En cada una de tus esquinas se siente la inseguridad, se siente el miedo. Tu olor ha dejado de ser el del mar, el de la flora, a el olor de bombas lacrimógenas, de la sangre. Las risas y los chistes son opacados por el llanto y los lamentos. Las personas que juraron protegerte a ti y a los ciudadanos, ahora son quienes matan y torturan a quienes se atreven a pensar diferente. En estos momentos estas de rojo; de rojo por toda la sangre de tus hijos que han sido cruel e injustamente asesinados, victimas del hampa, de la inseguridad. Tus hijos están divididos, gracias a un régimen gubernamental de nos ha hecho esto, que ha creado estas divisiones. Hoy eres gobernad...

"Los Indignados"

"Cuando no hay dignidad, nos indignamos, cuando hay indignidad, nos indignamos, si se resignan, no nos resignamos, si nos hacen caer, nos levantamos. Si nos quieren dejar, no nos dejamos, si nos quieren callar, no nos callamos, si no quieren echar, no nos marchamos, si nos quieren domar, nos rebelamos. Si nos quieren parar, no pararemos, porque queremos sentir lo que sentimos, y queremos soñar lo que soñamos." -Antonio Casares.

Quisiera conocerte.

No te conozco. No te conozco de la manera en la que quisiera hacerlo. Quiero conocer cada manía, cada hábito, cada gusto o disgusto, cada miedo, cada sueño o anhelo, cada fantasía, cada realidad. Quiero conocer tus ideales, tus metas, tus creencias, tus inspiraciones, tus razones de vivir. Quiero conocer tu mano mucho mejor que a la mía propia. Quiero conocer cada cosa pequeña y minuciosa, aunque no sean tan importantes, aunque tu no entiendes ese por qué. Quiero poder conocer cada parte de ti, cada faceta, cada emoción, cada gesto en tu cara. Quisiera poder conocerte. Conocerte de verdad. Que mi alma y la tuya se conozcan. Quisiera conocerte de una manera en la nunca nadie te ha conocido. Conocerte en la manera en la que nadie ha querido conocer a alguien. Quiero escucharte hablar y hablar, hasta que mis orejas se duerman, hasta que no pueda más. Y aún así, quiero seguir escuchando de ti.

Arriésgate.

La vida es tan corta. Cielos, es demasiado corta. Es como una liga que se estira y se estira, hasta que se gasta y se rompe, puede ser tan frágil y flexible como tal. Entonces, si es tan corta, ¿Por qué perdemos el tiempo? ¿Por qué no aprendemos a vivir? La mayoría de las personas creen que viven, que saben lo que es vivir, cuando en realidad solo existen. Solo están. ¿De qué nos sirven las decisiones racionales si son las irracionales las que nos pueden llevar a la felicidad? ¿De qué nos sirve probar algo que ya conocemos, y algo nuevo? ¿De qué nos sirve irse por el camino fácil, por el camino tranquilo, siempre? ¿Por qué no nos arriesgamos? Deberíamos pensar menos en las cosas. Menos en los pros y en los contra, y más simplemente en vivir. ¿Qué importa si no sabes a dónde te va a llevar el otro camino? ¡Eso es lo divertido! El no saber. ¿Qué importa si hay contratiempos, o si no es tan sencillo? Nadie dijo que las cosas siempre tendrían que ser fáciles. El no saber qué esperar, el de...
¿Sabes cuando hablan del bloqueo de escritor? ¿Cuando hablan sobre sequedad de palabras? Tengo todas estas ideas: Todos estos pensamientos, cruzados, atravesados, encontrados, sin sentido. Tantas cosas en mi cabeza que quisiera poder sacar al exterior. Quisiera poder abrir mi alma como muchas veces he hecho y escribir sobre ello, pero cada vez que lo intento, no encuentro las palabras adecuadas. No encuentro cómo decirlas o escribirlas. ¿Qué pasa? ¿Qué hay de malo? Hasta hace poco tenía tantas palabras; tantas que mis manos terminaban adoloridas y acalambradas, correctas e incorrectas, ahora no hay nada. Parezco un poeta sin palabras, un músico sin ritmo, un artista sin musa. ¿Qué falta? ¿Qué pasa que las palabras huyen de mí? Tantas emociones, tantos pensamientos, están colapsando uno con otro porque no encuentran la manera salir. Chocan como trenes porque no tienen un punto de salida.

Cartas jamás enviadas.

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Tengo este montón de cartas cartas que he escrito, cartas que jamás he enviado, cartas sin un remitente, cartas en las que derrame todas mis emociones, contando con que nadie las leería. Cualquiera creería que son inútiles, que no tienen valor, pero no es así. En esas cartas hay una parte de mí. Una parte de mí que no muestro. Cosas que no digo. No soy buena hablando acerca de mis sentimientos. Ni siquiera soy buena sincerandome con alguien. Así que esas cartas representan todas esas veces que he tenido algo atorado en la garganta, y no he tenido el valor suficiente para decirlo. Si muero, revisa entre ese montón de cartas, quizás allá un par o más para ti. Quizás te lleves un paquete de ellas.

Pequeños detalles, grandes alegrías.

No sé si es que soy fácil de complacer, o si encuentro alegría en cosas demasiado simples, o si una cosa mundana y sencilla me hace ser feliz, pero la cuestión es que las cosas son así. No quiero cosas caras, ni que me lleven a lugares exóticos, ni que todos estén sobre mí haciéndose pasar por mis amigos cuando no lo son. Al contrario, no necesito absolutamente nada de eso, porque no encuentro felicidad en ellos. Encuentro felicidad en saber que alguien se acuerda de mi, en recibir la llamada de alguien que está lejos y ocupado pero aun así tiene tiempo para recordarme, en reír hasta que se me salgan las lagrimas y el estómago me duela, en ver a la gente que quiero junto a mi y saber que soy importante para ellos, el recibir un abrazo grupal que me hace sentir como si no hubiera mejor momento que ese. Quizás no sea algo perfecto, pero son las imperfecciones lo que me gustan, porque hace a cada momento único. Podría revivir días así una y otra vez, y al morir, daría gracias por haberlo...

If Today Was Your Last Day.

Mi mejor amigo me dio el mejor consejo Dijo que cada día es un regalo y no un derecho No dejes piedras sin mover, deja atrás tus temores. Trata de tomar el camino menos transitado. Es primer paso que tomas es el más importante. Si fuera tu último día y mañana fuera demasiado tarde ¿Podrías decirle adiós al ayer? ¿Te gustaría vivir de nuevo cada momento del pasado? ¿Dejarías las fotos antiguas en el pasado? ¿Donarías cada centavo que tienes? Si hoy fuera tu último día. Ir en contra debería ser una forma de vida. ¿Que vale la pena, el premio o la lucha? Cada segundo cuenta, porque no hay un segundo intento. Por lo tanto, vive como tú, porque solo vives como tú una sola vez. No tomes la libertad de viajar en tu propia vida. Si hoy fuera tu último día, y mañana fuera demasiado tarde, ¿Podrías decirle adiós al ayer? ¿Te gustaría haber vivido cada momento de tu pasado? ¿Dejarías las fotos antiguas en el pasado y donarías cada centavos que tienes? ...

20 ojos de tigre.

1, 2, 3, 4, 5 Respiro, muevo, sigo, 6, 7, 8, 9, 10, Ruedo. Continúo. 11, 12, 13, 14, 15, Me concentro solo en eso. 16, 17, 18, 19,  20. Ahora hacia la izquierda y de regreso, una y otra vez hasta que no pienso en más nada, solo en el conteo. 20 ojos de tigre. De cinco en cinco. Izquierda, derecha, izquierda, derecha. Intento respirar. Intento calmarme. Cuento y cuento, sin pensar qué estoy haciendo. Siento las lágrimas, pero no quiero pensar. Cuento, cuento y cuento. Sé que tengo que calmarme. Sigo contando. Sé que no tiene sentido, pero me calma. Las lágrimas paran, mi respiración se tranquiliza, dejo de pensar. Cuento hasta que pierdo la cuenta y tengo que volver a empezar. 20 ojos de tigre, al derecho y al revés.
Hay muchas cosas que no digo. Cosas que me limito a ver, pensar, o relacionar, pero nunca digo en voz alta. Incluso son más las cosas que no digo, que las cosas que sí. Todos tenemos secretos, por supuesto. Todos tenemos cosas que preferimos callar, cosas que preferimos mantener para nosotros mismos. Pero ¿sabes qué? A veces es bueno dejar salir algo de eso que tanto guardamos, eso que tanto encerramos tan fuertemente dentro de nosotros. A veces es mejor librarse de esa carga inútil que tenemos en la mente. Y, ¿De qué mejor manera que escribiendo, si es lo único que me hace sentir libre? Me gustan cosas raras, porque son cosas que nadie le presta la atención necesaria. A veces ni siquiera sé de qué hablo, solo hablo por hablar, pidiendo en silencio que alguien realmente me escuche. Tiendo a ser nostálgica y romántica, pero no me gusta que la gente sepa eso de mi. Nunca sé cuando estoy diciendo algo bien o algo mal, nunca sé cómo expresarme con palabras oral...