Cartas jamás enviadas.


Tengo este montón de cartas
cartas que he escrito,
cartas que jamás he enviado,
cartas sin un remitente,
cartas en las que derrame todas mis emociones,
contando con que nadie las leería.

Cualquiera creería que son inútiles,
que no tienen valor,
pero no es así.
En esas cartas hay una parte de mí.
Una parte de mí que no muestro.
Cosas que no digo.

No soy buena hablando acerca de mis sentimientos.
Ni siquiera soy buena sincerandome con alguien.
Así que esas cartas representan todas esas veces que he tenido algo atorado en la garganta,
y no he tenido el valor suficiente para decirlo.

Si muero, revisa entre ese montón de cartas,
quizás allá un par o más para ti.
Quizás te lleves un paquete de ellas.

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