Se acabó.

He llegado al límite. Estoy harta de toda esta ridícula situación. De hablar sin hablarnos. De esperar. De tratar de descifrarte. Estoy harta de todo esto. De tu actitud egoísta, de tus mentiras que hace un tiempo dejé de creer. ¿Es que acaso no te das cuenta de todo el daño que haces?

No. Por supuesto que no. No te importa nada de eso, ¿Verdad? No sé qué pasó. No sé que cambió. O qué te hace pensar de esa manera. No logro decir cuando fue el momento exacto en el que todo se derrumbó, ¿hace meses? ¿Años, quizás?

Te quise y te quiero. Pero no no puedo evitar estar dolida, molesta, decepcionada. Quiero dejar de fingir que esto no está pasando, que estamos bien, que nada ha cambiado, que esto que llamamos familia se está rompiendo en pedazos. No quiero seguir jugando a la casita.

Para mí, se acabó.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Para qué escribo?